De un autor generoso:
Jordi Sierra i Fabra
Santi ya casi ha terminado de leer otro del mismo autor:
CAPITULO 6 DE
La directora del instituto era una mujer rígida, severa, recia y cuadrada. Y al mismo tiempo era un trozo de pan, de ahí lo de Buena. Mantenía una cierta belleza juvenil, de ahí lo de Bonita. Y vestía con un pésimo gusto, de ahí lo de Barata. A su lado, el jefe de estudios, el señor Valerio, sin ningún apodo porque las iniciales de sus apellidos no decían nada, más bien parecía un palillo sin punta. Alto, delgado, calvo, con ropa que debió de pertenecer a su padre porque era siempre una o dos tallas más grande que él, sus ojillos vivos semejaban los de una grulla. Sus movimientos, casi eléctricos, también. Los dos entraron en clase y, mientras ellos se ponían en pie, les indicaron que se sentaran haciendo un gesto con las cuatro manos. Como si tocaran el piano, o los tambores. La que tomó la palabra fue la directora. Carraspeó, unió los diez dedos fuertemente, a modo de rezo, y tras inspirar largamente les anunció:
—La señorita Soledad no ha venido hoy al centro.
Eso ya lo sabían, así que la inquietud aumentó. Forma y tono se confabulaban para conferir al momento un deje de lo más dramático. En cuanto a ellos, parecían formar la mejor clase del mundo entero. Ni se movían. Ni respiraban. Espaldas rectas, piernas unidas, brazos sobre las mesas. Un ejemplo modélico de comportamiento y urbanidad. Pero es que estaban cagaditos de miedo. La directora volvió a llenar sus pulmones de aire.
—Veréis... —empezó a derrumbarse—. En realidad se trata de algo más que eso...
—Lo que vamos a contaros debe de ser un secreto, al menos en las próximas horas —intervino el señor Valerio, mucho más sereno y con el ceño fruncido—. Un secreto importante, porque se trata sin duda de algo muy... muy grave.
La directora y su jefe de estudios intercambiaron una mirada fugaz. Suplicante la de ella, resignada la de él.
—¿Qué le ha sucedido a la profesora de lengua? —no pudo más Ana. Oír una voz salida de alguna parte de delante suyo ayudó a que los dos adultos rompieran el hielo.
—No estamos.... muy seguros de lo que haya podido sucederle —manifestó ella.
—Hay una total reserva —apuntó él.
—¿Pero está bien? —insistió Ana. Hubo un silencio. La directora y el jefe de estudios parpadearon mientras miraban a la chica.
—No tenemos ni idea —se rindieron al unísono. Ahora sí, la clase se arremolinó presa del desasosiego. Si no tenían ni idea de cómo estaba era, sencillamente, porque no estaba. Es decir, que cuanto menos la señorita Soledad había desaparecido. Tal vez, harta de ellos, se hubiera ido a dar la vuelta al mundo. O a alguna playa.
—Tenemos una... esto... una carta de vuestra maestra. Por decirlo de alguna forma —les comunicó por fin el señor Valerio.
—Una carta que voy a leeros —anunció en un tono muy precavido la señora Bienvenida.
—Recordad que esto es secreto —insistió el jefe de estudios—. Ni una palabra a nadie. Confiamos en vosotros. Sobre todo porque esto parece atañeros y... bueno, que... La directora extrajo un sobre de su bolsillo izquierdo. Luego las gafas del derecho. Se calzó las segundas y extrajo una hoja de papel perfectamente doblada del interior del sobre. Ya no esperó más y, con voz revestida de gravedad, despacio, como si leyera un testamento, les hizo partícipes de aquella singularidad.
—"Hola. Soy yo, Soledad Olmedo Sánchez, la SOS, la profesora de lengua. Os escribo porque quiero que sepáis algo: me he vuelto loca. Oh, sí. Loca del todo. ¿Una broma? Pues no. Enhorabuena. Lo habéis conseguido. Ya no puedo más. Llevo años luchando con vosotros, y cada vez es peor. Cada curso supera en ignorancia al anterior. Como soléis decir, ¡una pasada! Y he dicho basta. ¡Basta! No leéis nada. Odiáis leer. Luego no entendéis ni una palabra de lo que os dicen o de lo que estudiáis, hacéis unas faltas de ortografía flagrantes y dais pena. Autentica pena. No quiero ver más como arruináis vuestra vida. Hacedlo, pero sin mí. ¿Qué queréis que os diga? ¡Os quiero! ¡Sí, os quiero! ¿Tanto cuesta creerlo? Os quiero pero... hay amores que matan. Hoy esto se ha terminado. Mañana iré al manicomio, o a dónde sea. Mañana. Hoy..." —la señora Bienvenida levantó por primera vez los ojos de la carta y los paseó por la estupefacta audiencia. Su mano tembló. Y también su voz al tragar saliva y proseguir la lectura de la singular epístola—: "Os anuncio que hoy, entre las ocho de la tarde y las doce de la noche, asesinaré a uno de vosotros —hizo una pausa dramática para ver el efecto que causaban sus palabras, que fue demoledor—. El elegido o la elegida pagará por todos. Será mi despedida, ¡el gran final! ¡La maestra que se volvió loca y asesinó a uno de sus peores alumnos! ¡Y encima seré una heroína para muchos que desearían hacer lo mismo, aunque espero que no cunda el ejemplo y nadie me vaya a imitar!"
—¡Qué fuerte! —balbuceó Fernando.
—Haz el favor de callarte, que la carta sigue —impidió que se alzara un remolino de voces el señor Valerio.
—"Sólo me detendré —la señora directora le puso mucho énfasis a lo que dijo a continuación—, si alguien da conmigo antes de las 8 de la tarde. Y no estaré en mi casa, por supuesto. Hablo en serio: mataré a uno de vosotros si no me encontráis y me detenéis antes de esa hora. Es vuestra última oportunidad. Para ello tendréis que resolver las pruebas que os daré. Si lo hacéis bien, prueba a prueba, no tendréis problema para juntar las pistas y dar conmigo. Pero sé que no seréis tan listos. Si lo fuerais no habríamos llegado a esto. Aún así quiero ser justa y daros esta última oportunidad. ¡Queridos, queridas, a ver quién es más listo! ¡Ánimo, que el tiempo vuela!".
Fin de la carta. Más que de locos... aquello era increíble.
Desde luego, la señorita Soledad se había vuelto loca.
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25 comentarios:
Por el capítulo que hemos leido parece un libro muy divertido.
Me ha gustado bastante pero me gustaria leermelo entero parece muy interesante.
Rosita.
Me gusta porque en estre trozo le da bastante misterio.
Oscar Llop
Me ha gustado mucho, porque es así de suspense y también es de miedo, pero me gustaría saber lo que pasaría con la profesora de lengua.
Bien poro a mi el capitulo me a parecido bien hay demasiada fantasia.
tania roc...
Este capitulo ha sido muy estricto y sobretodo la señora Soledad. Tambien me gustan mucho este tipo de libros de matar y de curiosidades. Me parece que este libro es un poco de mayores de 9 años o mas. Y la profesora de Legua tiene que morir porque lo pone al titulo del libro.
el texto me a parecido de bastante intriga por eso de que matara a un alumno y tambien me parece bastante interesante oscar orta
Esta bien lo que tendría que aparecer es que si lo consiguen o no y haber si lo mata
Santi Ráfales Barberán
Me a gustado porque la señorita Soledad se ha vuelto loca y dice que quiere matar a uno de sus peores alumnos.
me gusta porque es de misterio, pero me gustaria saber como acaba.
Bien pero a mi el capitulo me ha parecido bien pero hay demasiada fantasia.
tania roc...
Este cuento me ha gustado mucho es mui bonito pero hay muchas maltratadas y se tiene que leer mucho pero este libro esta muy entretenido y esta my bonito. Este libro es mucho de miedoy ha mi me gustan mucho los de miedo
.Edgar.Rivero.San.Jose.
Hola megusta este capitulo
tania.
hola bon día lola dolores sabata que te bas pedre al bosque y te vas queda davay de un habre hay sabateta
santi
me gusta mucho el tablet.
me gusta mucho el tablet
megusta el tablet
Me encanta el tablet.
hola lolita flores me gusta mucho el tablet
Talia
Me encanta el tablet, Me ha gustado aprender cosas del tablet.
me gusta mucho el tablet
parece dibertido el tablet.
gina
me gusta el tablet para 5º
gisela
Es facil escribir en el tablet.
Estela
okiMaria dolores lola bielsa masdeu sabata, ca sabata
Alejandro
vaya..bff
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